Asuntos Exteriores y Seguridad Nacional

Como periodista de carrera que ha viajado a más de 100 países de los siete continentes, informado desde zonas de guerra y áreas en conflicto, entrevistado a importantes líderes mundiales, trabajado con niños afectados por la guerra y entrevistado a altos mandos militares en su país, Christina conoce personalmente los retos a los que se enfrenta nuestro país en materia de seguridad nacional.

Ha trabajado con niños afectados por conflictos en Haití, Ucrania, Oriente Medio y América Latina. Christina ha sido testigo de los efectos devastadores de la violencia y los conflictos en la vida de las personas. Comprende la amenaza de la desinformación en los problemas de seguridad mundial. Y ha visto cómo el partidismo político impide a Estados Unidos ser líder en el extranjero y proteger al pueblo estadounidense en casa.

Christina informó desde Ucrania apenas 20 días después de la invasión rusa. Se sentó con ucranianos en la mesa de la cocina, se escondió junto a ellos en refugios antiaéreos y rezó con ellos por días mejores sin violencia, muerte ni conflictos. Demostró su valentía en una zona de guerra activa para compartir las historias de estas personas y ayudó a un grupo de cirujanos a realizar tratamientos médicos para salvar la vida de bebés de pocas semanas de vida, operaciones que no se habrían podido realizar debido al desplazamiento de los profesionales médicos.

También viajó a Armenia para llamar la atención sobre la difícil situación del pueblo armenio mientras se bombardeaban ciudades fronterizas con Azerbaiyán y se bloqueaba a más de 100.000 armenios en la región de Nagorno-Karabaj. Mientras los líderes políticos enviaban declaraciones condenando la violencia, Christina estaba sobre el terreno con las personas afectadas, contando sus historias y haciendo sonar la alarma ante la inminente crisis humanitaria. Los armenios sentían que si Estados Unidos les daba la espalda, los intentos de Armenia por conseguir una democracia carecían de sentido.

Christina trabajará incansablemente como senadora para poner fin a la guerra en Ucrania y a cualquier conflicto que amenace la democracia. Siempre trabajará para proteger a los estadounidenses y a sus aliados de sufrir las horribles consecuencias de la guerra.

Como a muchos, a Christina ha le duele ver cómo se desarrolla la tragedia en el Medio Oriente. Hay que proteger a los civiles inocentes durante este conflicto.

Condena inequívocamente los ataques contra Israel de los terroristas de Hamás desde Gaza. El secuestro y asesinato de niños, mujeres, hombres y ancianos inocentes es moralmente reprensible. Cree que Israel tiene el deber de mantener a sus ciudadanos a salvo del terror, y también de evitar víctimas civiles inocentes.

También cree que palestinos inocentes de Gaza sufrirán y morirán durante esta guerra. La culpa es de Hamás, no del pueblo palestino. Ella luchará por una paz global y duradera en la que tanto israelíes como palestinos puedan disfrutar de paz, seguridad y prosperidad.

En Washington sólo se habla de la boca para afuera. Tenemos miembros del Congreso que han hecho declaraciones públicas de apoyo a Israel después de votar a favor de recortar la financiación a Israel. La incapacidad del Congreso para elegir a un Presidente de la Cámara retrasó su capacidad para votar incluso sobre la financiación desde que comenzó la guerra. Y, tenemos un Senador que actualmente está retrasando todos los ascensos militares, una violación masiva de la seguridad nacional. Como senadora, Christina pondría a las personas por encima de la política y presionaría para que Estados Unidos fuera líder en la protección de la vida y el fin de este conflicto.

Y lucharía contra el antisemitismo. Habiendo visto a familias de su propia comunidad enfrentarse al aumento del antisemitismo en Estados Unidos, sabe que amenaza nuestra democracia, y cree que las personas que promueven creencias antisemitas también atacan a otras comunidades marginadas.

Es detestable que en Estados Unidos, en 2023, tenga amigos íntimos que temen enviar a sus hijos e hijas judíos a la escuela, por miedo a que sean atacados.